Podríamos
decir que la dilatación de la tan anunciada reforma de la ley del
aborto del ministro Ruiz Gallardón, no tiene otro objetivo que el de
generar nuevamente en las mujeres una sensación de alarma,
inseguridad y desinformación. Que la nueva ley, como se anuncia,
pretende volver a la doctrina que emitió el constitucional en los 80
cuando el aborto solo estaba despenalizado en tres supuestos:
violación, anomalía fetal y riesgo para la salud de la madre, y que
nos va a hacer retroceder 30 años en derechos sexuales y
reproductivos, abocándonos nuevamente a viajar para abortar y al
aborto clandestino.
También
podríamos seguir diciendo que unas 50.000 mujeres mueren en el mundo
cada año como consecuencia de abortos inseguros, y alrededor de 5
millones sufren, a raíz de este, problemas de salud graves. Esto no
sólo ocurre en países como El Salvador, Nicaragua o muchos países
africanos, también se da en Europa, en países con leyes muy
restrictivas como Polonia, Malta o Irlanda, las mujeres se ven
abocadas, si pueden permitírselo, a viajar para interrumpir su
embarazo. Que algo muy similar va a ocurrir en el Estado Español si
se materializa la reforma de la Ley del Aborto en los términos que
ha anunciado el heteropatriarcal gobierno nacional-catolicista del
PP, ya que pretende terminar con el sistema de supuestos que permite
a la mujer, en la actualidad, interrumpir su embarazo sin dar ninguna
explicación hasta la semana 14 de gestación.
También,
que esta nueva reforma, que pone en riesgo la vida y la salud de las
mujeres, sobre todo la de las más pobres, como parte de un proceso
meticulosamente estudiado de aniquilamiento sistemático, puede
provocar que las mujeres vuelvan a morir desangradas en abortos
clandestinos como morían en los 70, pretendiendo abocarnos a la
“maternidad obligatoria” impuesta, cuyo objetivo final es
desproveernos de nuestro derecho identitario y de nuestra condición
de ciudadanas conscientes, libres y electoras de nuestra propia
búsqueda de la felicidad.
Pero
como las razones son suficientemente conocidas, manidas y cacareadas
desde la falsa ilusión de igualdad y el terrorismo heteropatriarcal
consentido, auspiciado y promovido por la reaccionaria progresia
oligárquica de PPPSOE, IU y demás secuaces carroñeros de nuestras
entrañas, no vamos a hacerlo. Unos desde su empecinado mantenimiento
de la estructura familio-patriarcal, otros desde su ilusoria
propuesta estado-patriarcal y todos sosteniendo y promoviendo de una
u otra manera el sometimiento ancestral y desapasionado de las
mujeres bajo el patriarcado como base y paradigma de su legado, el
sistema capitalista-patriarcal.
Claro
que vamos a abortar, claro que vamos a ayudar a las que abortan,
claro que vamos a autoinculparnos con l@s que practican abortos,
claro que vamos a cerrar las sedes de las asociaciones provida/muerte
que maquiavélicamente subvencionan (como la subvención de 60.000 €
de fondos públicos a fondo perdido concedida a la asociación
ultracatólica y antiabortista “Ser madres”), no vamos a ser
vientres de alquiler... Claro que vamos a hacer lo que queramos...
Claro que vamos a sobrevivir... No nos van a quitar ni a dar nada.
No vamos a servirles de estandartes de la mentira abonada con
pequeñas dosis de derechos que a cuentagotas caritativamente nos
conceden. Tampoco serviremos más de cimientos de su sistema,
edificado sobre la mayor de las mentiras jamás creada y la menos
percibida de todas, el patriarcado.
Ahora,
nuevamente y como ha sido de manera recurrente a lo largo de la
historia, vamos, las mujeres, a someternos al escarnio público en
tertulias mañaneras, parlamentos carroñeros y juzgados impunes.
Nuevamente gente que se ha arrogado el derecho de opinar va a
defender la vida de todo, de lo no viviente, de lo no nacido,
defenderán el derecho de hasta una piedra.... De todos menos de las
mujeres a las que los derechos fundamentales nos pasan de refilón,
de mujeres infantiloizadas que no tenemos derecho a decidir por
nosotras mismas... Menos mal que están “ellos” con papá-estado
para decidir lo que nos conviene una vez más.
El
mismo estado patriarcal que nos humilla, nos acalla, nos despide, nos
encarcela, nos somete sutilmente y nos asesina sin pudor nos va a
impedir, como siempre, decidir libremente nuestro modelo de vida y de
felicidad... Nos va a impedir nuevamente abortar. Por eso, como esta
vez no van a someternos y antes de desequilibrar su pueril y mojigato
status quo de las cosas... Antes de que tiemblen los cimientos, les
diremos una frase que sí comprenderán:
SÍ
AL ABORTO SIN CONDICIONES NI SUPUESTOS, SÍ AL ABORTO SIN PLAZOS, SÍ
AL ABORTO LIBRE, SEGURO Y GRATUÍTO...
MUERTE
AL PATRIARCADO.