La nueva Ley de Educación de Wert,
además de los recortes en becas, la subida de tasas universitarias,
la reducción de las plantillas del profesorado, la supresión de los
servicios de orientación, apoyo, etc... que tienen una repercusión
negativa nuevamente en las clases más desfavorecidas, propone además
la segregación por sexos en algunos centros.
La desigualdad histórica que
sufrimos las mujeres, fruto de un atávico convenio patriarco-social,
se va a acentuar aún más si cabe, si las medidas de la nueva ley de
educación se ponen en marcha. El rechazo a una escuela segregada por
sexos, donde se mantenga una educación diferenciada, que fortalezca
los roles tradicionales que venimos desempeñando mujeres y hombres,
pasa por una reestructuración profunda tanto del currículum como de
la concepción tradicional de escuela y de los cimientos de su
estructura, a través de una serie de principios
basados en la igualdad entre mujeres y hombres.
No es lo mismo una escuela mixta que
una escuela co-educativa. En la co-educativa el principio de igualdad
recorre y se siente a través de todos los ámbitos de la escuela. La
organización del centro debe de estar presidida por el principio de
igualdad, las materias que se imparten requieren de una profunda
modificación de sus contenidos, el lenguaje debe de ser no sexista,
se deben evitar sesgos de género en imágenes, modelos, ejemplos y
perspectivas, procurando contemplar las diversas y múltiples
aportaciones de las mujeres a la ciencia, a la cultura y a la
política, sin excluir el ámbito privado. El profesorado debería
formarse en igualdad y aquellas materias que nos vienen impuestas,
con el fin de perpetuar el sistema establecido, ser relegadas hasta
desaparecer del currículum. Una educación que nos diera a las
mujeres el reconocimiento de ciudadanas de pleno derecho.
Son escasas las experiencias
co-educativas que se han dado hasta ahora en la Escuela Pública, en
la mayoría de casos llevadas a cabo por algunas profesoras de manera
puntual, y que han chocado frontalmente con la propia estructura de
la Escuela.
Desde Mujeres Libres, abogamos por
una escuela autogestionada y coeducacativa. Una escuela que cree
espacios de autonomía y de igualdad, donde todos los miembros que la
integran tengan plena capacidad para gestionar sus recursos y
organizarse. Donde de manera asamblearia se decidan, compartan y
elaboren los criterios y conocimientos que van a regir el devenir de
su funcionamiento.
La escuela mixta, con la
escolarización conjunta de chicas y chicos, que en un prinicipio se
mostraba como garante de igualdad, se ha mostrado insuficiente para
corregir los estereotipos, manteniéndose la discriminación a
través del lenguaje sexista, del androcentrismo científico, la
discriminación en el trato y la propia organización escolar. Es
necesario, pues, avanzar hacia una verdadera escuela coeducativa que
intervenga activamente para corregir y desterrar para siempre dichas
discriminaciones.
POR UNA ESCUELA, NI PRIVADA NI
PÚBLICA... AUTOGESTIONADA.
POR UNA ESCUELA, NI SEGREGADA NI
MIXTA... COEDUCATIVA.
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